En 1996, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) abandonó Costa Rica, después de haber determinado que Costa Rica se había desarrollado hasta el punto de que ya no calificaba para la ayuda del gobierno estadounidense.

Para continuar la colaboración binacional en beneficio del desarrollo sostenible de Costa Rica, un grupo de líderes estadounidenses y costarricenses se unieron para formar la Fundación Costa Rica Estados Unidos para la Cooperación (Fundación CRUSA) con fondos de USAID estableciendo la dotación.

Cuatro años más tarde, Amigos de Costa Rica fue establecida por la Fundación CRUSA como la organización con sede en Estados Unidos que apoyaría esta colaboración continua entre los dos países.